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La vitamina D en verano

Cuando se trata de la vitamina D, a menudo nos encontramos con afirmaciones contradictorias. Algunos afirman que, durante los meses de verano, no es necesario tomar suplementos de vitamina D porque la exposición al sol es suficiente. Otros afirman lo contrario. Algunos afirman que la vitamina D puede almacenarse durante los meses de invierno para cubrir el periodo estival. Otros, sin embargo, están convencidos de que nunca se debe dejar de tomar suplementos de vitamina D. En este artículo, nos gustaría aclarar cuándo tiene sentido tomar suplementos de vitamina D y cuándo no es necesario.

Beneficios para la salud

A veces pasamos por alto la importancia de la vitamina D y del sol en el mantenimiento de nuestra salud. La vitamina D pertenece a la familia de las vitaminas liposolubles, es decir, que tiene la capacidad de disolverse en los lípidos, incluidos el aceite y la grasa. Uno de sus beneficios más conocidos está relacionado con la salud de nuestros huesos. De hecho, desempeña un papel esencial en la asimilación del calcio y el fósforo en el intestino y su metabolismo. Además, contribuye a reforzar el sistema inmunitario al desencadenar la producción de antibióticos naturales y permitir un proceso de defensa contra bacterias, virus y hongos. Por consiguiente, la suplementación con vitamina D está en el punto de mira por sus innumerables propiedades beneficiosas. Sin embargo, las noticias y los artículos sobre el tema son numerosos y a menudo contradictorios. En este artículo, nos gustaría dar nuestra opinión sobre dos afirmaciones relativas a la suplementación durante el verano.

Afirmación 1

“Durante los meses de verano, la suplementación con vitamina D no es necesaria porque la exposición al sol es suficiente”

Una ingesta diaria de vitamina D es esencial para desarrollar todo el espectro de efectos de la vitamina D, tanto si procede de la exposición natural al sol como de la toma de suplementos. Entre abril y septiembre, podemos no suplementar vitamina D en absoluto. Basta con exponer una zona suficiente de la piel al sol sin protección, aproximadamente entre las 11 de la mañana y las 3 de la tarde. Precaución: entre 10 y 20 minutos suele ser suficiente, dependiendo del tipo de piel, y deben evitarse a toda costa las quemaduras solares. ¿Cuándo es conveniente suplementar la vitamina D? Si pasamos los días soleados dentro de casa, en la oficina, o nos cubrimos completamente con ropa, no habrá producción de vitamina D, ya que al menos las piernas y los brazos deben estar expuestos. La protección también dificulta la producción de vitamina D. En estos casos, la suplementación es adecuada incluso durante el verano.

Afirmación 2

“La vitamina D puede almacenarse mediante la suplementación durante los meses de invierno y, por lo tanto, los suplementos deben suspenderse durante el verano”
Durante mucho tiempo, no hubo claridad sobre la cantidad necesaria de la hormona solar (diaria, semanal o mensual). Lo importante era administrar la dosis total correcta. A raíz de una publicación (en EE.UU.) realizada por un equipo de grandes expertos en vitamina D, entre ellos el Dr. Bruce Hollis, se arrojó luz sobre la dosis diaria. El estudio demuestra que gran parte de los efectos preventivos y terapéuticos de la vitamina D se deben a la vitamina D libre. Dado que esta vitamina D libre, denominada colecalciferol, tiene una semivida de sólo 24 horas, es decir, su concentración en la sangre se reduce a la mitad en un día, un aporte diario es claramente más eficaz que una administración a intervalos semanales o mensuales.

Síntesis

La administración de suplementos de vitamina D también puede ser adecuada en los días de verano, según convenga.

Fuentes

  1. DeLuca HF, Darwish HM, Ross TK, Moss VE. Mecanismo de acción de la 1,25-dihidroxivitamina D sobre la expresión de genes diana. Journal of nutritional science and vitaminology 1992;19-26
  2. Hollis, B. W., & Wagner, C. L. (2013). El papel de la vitamina D compuesto padre con respecto al metabolismo y la función: ¿Por qué los intervalos de dosis clínicas pueden afectar los resultados clínicos. The Journal of Clinical Endocrinology & Metabolism, 98(12), 4619-4628. doi:10.1210/jc.2013-2653